Salmo 127
La Prosperidad Viene del Señor
“Dios edifica, guarda, provee y bendice con herencia: los hijos son su recompensa.“

Salmo 127
La Prosperidad Viene del Señor
1 Si el Señor no edifica la casa,
en vano trabajan los que la edifican;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vela la guardia.2 Es en vano que se levanten de madrugada,
que se acuesten tarde,
que coman el pan de afanosa labor;
pues Él da a su amado aun mientras duerme.3 Un don del Señor son los hijos,
y recompensa es el fruto del vientre.4 Como flechas en la mano del guerrero,
así son los hijos tenidos en la juventud.5 Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba;
no será avergonzado
cuando hable con sus enemigos en la puerta.Amén
Reflexión Salmo 127
Este salmo nos recuerda que, por más que trabajemos y nos esforcemos, si no es Dios quien guía y sostiene lo que hacemos, todo es en vano. Estamos en un mundo donde el éxito suele medirse por productividad, riqueza o reconocimiento. No olvidemos confiar en Dios y reconocer que el propósito vienen de Él.
Además, nos habla de la familia como una bendición, un regalo que no se mide por logros externos sino por amor, enseñanza y compañía.
Petición Salmo 127
Señor, hoy, ponemos en tus manos a cada familia. Te pedimos que seas el fundamento de nuestros hogares, que llenes cada espacio con tu amor. Que nuestras relaciones tengan siempre mucho respeto, amor y compasión. Envíanos tu Espíritu Santo para guiarnos en nuestro camino.
Especialmente, hoy te pedimos por aquellos que han perdido a un ser querido. Padre, cubre con tu paz a las familias que enfrentan el vacío de una ausencia. En medio del dolor, ayúdalos a recordar que en Ti hay vida.
Amén.
Referencia:
El texto del salmo ha sido tomado de la Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). todo los derechos de esta traducción están reservados por sus editores y se utiliza aquí con fines informativos y espirituales.

Conoce el origen de esta serie:
150 días de Salmos
y la lista completa de salmos publicados hasta la fecha.