Salmo 86
Salmo de Súplica y Confianza

“Una súplica personal donde la aflicción se encuentra con la fidelidad compasiva de Dios.“

Salmo 86, Serie 150 salmos para conmemorar el 350º aniversario de las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque.
Audio salmo 86, reflexión y petición

Salmo 86

Salmo de Súplica y Confianza

1 Inclina, oh Señor, Tu oído, y respóndeme,
Porque estoy afligido y necesitado.


2 Guarda mi alma, pues soy piadoso;
Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía.


3 Ten piedad de mí, oh Señor,
Porque a Ti clamo todo el día.


4 Alegra el alma de Tu siervo,
Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma.


5 Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Abundante en misericordia para con todos los que Te invocan.


6 Escucha, oh Señor, mi oración,
Y atiende a la voz de mis súplicas.


7 En el día de la angustia Te invocaré,
Porque Tú me responderás.

8 No hay nadie como Tú entre los dioses, oh Señor,
Ni hay obras como las Tuyas.


9 Todas las naciones que Tú has hecho vendrán y adorarán delante de Ti, Señor,
Y glorificarán Tu nombre.


10 Porque Tú eres grande y haces maravillas;
Sólo Tú eres Dios.

11 Enséñame, oh Señor, Tu camino;
Andaré en Tu verdad;
Unifica mi corazón para que tema Tu nombre.


12 Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón,
Y glorificaré Tu nombre para siempre.


13 Porque grande es Tu misericordia para conmigo,
Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí,
Y una banda de violentos ha buscado mi vida,
Y no Te han tenido en cuenta.


15 Pero Tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad,
Lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad.


16 Vuélvete hacia mí, y tenme piedad;
Da Tu poder a Tu siervo,
Y salva al hijo de Tu sierva.


17 Muéstrame una señal de bondad,
Para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen,
Porque Tú, oh Señor, me has ayudado y consolado.

Amén

Reflexión Salmo 86

El Salmo 86 es una oración que brota desde lo más íntimo del corazón. David se presenta ante Dios no con exigencias, sino con humildad. Él reconoce su necesidad, su fragilidad y su dependencia del Señor. Este clamor se mezcla con adoración, con una afirmación de la grandeza de Dios, con gratitud, y con la confianza de que el Señor escucha y actúa. También hay una petición poderosa: “Unifica mi corazón para que tema Tu nombre”.

Qué hermoso es pedirle a Dios que nos dé un corazón sin distracciones, totalmente enfocado en Él. En medio del caos, de los enemigos, y de la angustia, David se refugia en la compasión y fidelidad de Dios. Él no está solo, y nosotros tampoco lo estamos.

Petición Salmo 86

Señor, no te quedes en silencio cuando tus hijos enfrentamos angustias. Sabemos que hay fuerzas que se levantan contra tu nombre, pero confiamos en tu poder y tu cuidado. Dios nuestro, actúa como lo has hecho antes, desbarata los planes del mal y haz que todos reconozcan que tú eres el único Altísimo.

Protégenos con tu presencia, fortalécenos para mantener nuestra fe y danos esperanza incluso en los momentos más difíciles.

Amén.

Referencia:
El texto del salmo ha sido tomado de la Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH). todo los derechos de esta traducción están reservados por sus editores y se utiliza aquí con fines informativos y espirituales.

Salmos: 150 dias para conmemorar el 350º aniversario de las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque, ocurridas en 1675.

Conoce el origen de esta serie:
150 días de Salmos
y la lista completa de salmos publicados hasta la fecha.


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