Liturgia de las horas

Imagen de la liturgia de las horas con un breviario abierto sobre una mesa de madera, rodeado de símbolos de los distintos momentos del día: amanecer, mediodía, atardecer y noche estrellada, con un rosario y una vela encendida, reflejando una atmósfera de paz y devoción

La liturgia de las horas se compone de varias oraciones que corresponden a momentos específicos del día.

Las Laudes se rezan al amanecer y están centradas en la alabanza a Dios al inicio del día. Es un momento para dar gracias por la nueva jornada y pedir la gracia de vivirla con fe y dedicación.

Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

Amén.

Estas horas intermedias se rezan a lo largo del día, aproximadamente a las 9:00 a.m. (tercia), 12:00 p.m. (sexta) y 3:00 p.m. (nona). Sirven para mantener una conexión espiritual constante con Dios, intercalando momentos de oración en medio de las actividades cotidianas.

Señor, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Dios mío, ven en mi auxilio.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

Amén.

Las Vísperas se rezan al atardecer, enfocándose en la gratitud a Dios por el día que está terminando. Es un momento para reflexionar sobre las bendiciones recibidas y para ofrecer las obras del día al Señor.

Que mi oración suba hasta ti como el incienso,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

Amén.

Las Completas es la última oración del día, recitada antes de ir a dormir. En ella, se pide la protección de Dios durante la noche y se busca un descanso tranquilo bajo Su amparo.

En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Tú, el Dios leal, nos librarás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

Amén.

El oficio de lecturas, que tradicionalmente se rezaba durante la madrugada, puede ser rezado en cualquier momento del día. Esta oración incluye lecturas extensas de la Biblia y de los escritos de los Padres de la Iglesia, fomentando una reflexión profunda sobre la Palabra de Dios.

Señor, abre mis labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo

Amén.

Conoce más sobre la Liturgia de las horas

La liturgia de las horas, también conocida como el oficio divino o el breviario, es una serie de oraciones oficiales de la Iglesia católica que se rezan en distintos momentos del día, con el propósito de santificar tanto el día como la noche. Esta práctica de oración marca diferentes momentos del día con alabanza a Dios y meditación de las Escrituras, siguiendo una tradición antigua que tiene sus raíces en la práctica judía de rezar a horas determinadas.

"La Liturgia de las horas, también conocida como el oficio divino o el breviario, es una serie de oraciones oficiales de la Iglesia católica que se rezan en distintos momentos del día, con el propósito de santificar tanto el día como la noche."

Historia de la liturgia de las horas

La liturgia de las horas tiene una larga historia que se remonta a las primeras comunidades cristianas, quienes adoptaron la costumbre de rezar en distintos momentos del día, al igual que los judíos lo hacían en la sinagoga. Con el tiempo, esta práctica fue formalizada por los monjes y religiosos, quienes establecieron un horario fijo de oración. Durante la Edad Media, el oficio divino se consolidó como una de las principales formas de oración de la Iglesia, y aunque en un principio se rezaba únicamente por los clérigos, hoy es una devoción abierta a todos los fieles, invitando a los católicos a unirse en una oración continua alrededor del mundo.

¿Quiénes pueden rezar la liturgia de las horas?

Aunque la liturgia de las horas es una obligación para los sacerdotes y religiosos, es también una forma de devoción abierta a todos los fieles laicos. Al rezar la liturgia de las horas, los católicos de todo el mundo se unen en una comunión espiritual continua, participando de la oración universal de la Iglesia y encontrando consuelo y fortaleza en medio de sus jornadas diarias.

Porque integrar la liturgia de las horas en tu vida

Incorporar la liturgia de las horas en tu vida diaria es una manera poderosa de profundizar tu vida de oración y de conectar más íntimamente con la tradición litúrgica de la Iglesia. Esta práctica te permite santificar cada momento del día con la oración, te ayuda a mantener un ritmo de oración constante en comunión con la Iglesia universal, y facilita una mayor comprensión y meditación de las Escrituras y de los textos de los Padres de la Iglesia.

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