Novena a San José dormido día 6
Su prudencia nos inspira a tomar decisiones sabias, desde la oración y la confianza.

Inicio
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo,
Amén.
San José, fiel custodio de Jesús y María,
intercede por la salvación del alma mía.
Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío;por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis
castigarme con las penas del infierno.Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuere impuesta.
Amén
Oración de la Novena a San José dormido día 6 - Prudencia
San José, hombre prudente,
tú que siempre supiste cuándo actuar y cuándo esperar,
enséñanos a decidir con calma,
sin prisas, sin miedo, pero siempre con confianza en Dios.Intercede por nosotros cuando no sepamos qué hacer,
cuando la duda nos paraliza,
o cuando el ruido del mundo nos impide escuchar
lo que realmente importa.Danos serenidad para pensar con claridad,
paciencia para no apresurarnos,
y sabiduría para seguir el camino que Dios quiere para nosotros.Gracias por tu ejemplo de equilibrio,
por mostrarnos que las mejores decisiones
nacen del silencio y la oración.
Amén.
Meditación de la Novena a San José dormido día 6: San José ejemplo de prudencia
San José nunca se dejó llevar por el apuro ni por lo que los demás decían.
Sabía cuándo moverse y cuándo esperar.
Su prudencia no era miedo, sino confianza en que Dios
siempre guía los pasos de quienes confían en Él.Hoy en día, nos cuesta mucho detenernos y pensar.
Queremos respuestas rápidas, certezas inmediatas.
Pero José nos enseña que la verdadera sabiduría
no está en decidir rápido, sino en decidir bien.Si hoy sientes que no sabes qué hacer, míralo dormir tranquilo.
Su paz viene de su confianza absoluta en Dios.
Pídele que interceda por ti, para que puedas elegir sin miedo,
con prudencia y con el corazón en paz.Amén
Oh San José, eres un hombre
muy favorecido por el Altísimo.
El ángel del Señor se te apareció en sueños,
mientras dormías, para advertirte
y guiarte en el cuidado de la Sagrada Familia.
Eras silencioso y fuerte,
un protector leal y valiente.Querido San José,
mientras descansas en el Señor,
confiado en su poder
y bondad absolutos, mírame.
Por favor, toma mi necesidad
(Mencione su solicitud)
en tu corazón, sueña con ella
y preséntasela a tu Hijo.
Ayúdame entonces, buen San José,
a escuchar la voz de Dios,
a levantarme y actuar con amor.
Alabo y agradezco a Dios con alegría.
San José, te amo.
Amén.
Repetir con fe el pedido que le hacemos a San José
Puedes escribirlo y ponerlo junto a una estampita o estatua de San José
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R/
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R/
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración final de la Novena a San José dormido día 1
Padre mío San José,
Dios Padre te escogió,
a María por esposa te dió,
y a Jesús como hijo concedió,
y de su Espíritu Santo te llenó.
Yo, miserable pecador,
me confió a tu amor
y te doy mi corazón,
mi poder, tener y placer,
para tu bendición obtener.
De tus gracias lléname,
al cielo llévame,
del mal protégeme,
mis heridas sana,
de tus bienes cólmame
y en tu corazón guárdame,
Padre mío San José.Ruega por nosotros
R/ para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo,Amén.