Oración de la sangre de cristo
Señor Jesús, en tu nombre,
y con el poder de tu Sangre preciosa,
sellamos toda persona, hechos
o acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el poder de la Sangre de Jesús,
sellamos toda potestad destructora
en el aire, en la tierra, en el agua,
en el fuego, debajo de la tierra,
en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos moveremos hoy.
Con el poder que da la Sangre de Jesús
rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envies a nuestros hogares y
lugares de trabajo a la Santísima Virgen, acompañada
de San Miguel, San Gabriel, San Rafael, y toda su
corte de Santos Angeles.
Con el Poder que da la Sangre de Jesús
séllanos nuestra casa, todos los que
habitan (nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella.
Amén.
Conoce más sobre la oración de la sangre de cristo
La oración de la Sangre de Cristo es una súplica profunda que nos conecta con el sacrificio redentor de Jesús. Esta oración invoca la protección divina, la liberación de peligros y tentaciones, y la paz espiritual, confiando en el poder de la sangre que Jesús derramó en la cruz por la salvación del mundo. Es una herramienta poderosa para quienes enfrentan dificultades, buscan refugio espiritual o necesitan fortaleza en momentos de tribulación.
“Rezar la oración de la Sangre de Cristo no solo es un acto de fe, sino también de confianza absoluta en el poder de Cristo para alejarnos del mal y llenarnos de esperanza y consuelo.”
Para rezar esta oración, busca un lugar tranquilo donde puedas reflexionar con serenidad. Inicia con una actitud de apertura y fe, recordando que este es un momento especial de encuentro con Dios. Aunque puede rezarse en cualquier circunstancia, se recomienda hacerlo en situaciones de peligro, tentación o necesidad espiritual. Durante la oración, entrega tus preocupaciones y confía en la fuerza redentora de Cristo para protegerte y guiarte.
Este acto de oración simboliza la cobertura espiritual con la Sangre de Cristo, una fuente de gracia que renueva, fortalece y da paz en el camino de la vida.