San Antonio de Padua:
El amigo que nunca falla

San Antonio de Padua es uno de los santos más queridos y populares en todo el mundo. No importa si lo conoces como “el santo de las cosas perdidas” o como aquel que te ayuda a encontrar el amor.

Su historia y su devoción son más profundas y hermosas de lo que muchos imaginan; aquí te la compartimos para que te animes a conocerlo mejor y confiar en su intercesión.

San Antonio de Padua sosteniendo al Niño Jesús, con un ramo de lirios en una mano y el Niño Jesús con un libro en la otra, ambos con aureolas, en una representación religiosa clásica.

Índice

Biografía San Antonio de Padua

San Antonio de Padua (1195–1231), nacido como Fernando de Bulhões, fue un joven portugués de familia adinerada, con una excelente educación y un brillante futuro por delante. Pero en su corazón ardía el deseo de algo más grande. A los 15 años ingresó como novicio en un monasterio y no le importó renunciar a la riqueza y el prestigio por seguir a Cristo en pobreza y humildad.

Movido por su amor a Dios, quiso ir como misionero a Marruecos, incluso dispuesto a dar la vida. Pero allí enfermó gravemente, y al intentar volver a Portugal, una tormenta desvió su barco a Sicilia, Italia. Allí conoció a los frailes franciscanos y más tarde participó en el capítulo general en Asís, donde por fin vio a San Francisco, quien ya inspiraba su vida.

En Italia descubrió su verdadera misión: predicar con pasión, consolar a los pobres y mostrar con milagros el amor de Dios.

San Antonio de Padua Habló a los peces cuando los hombres no lo escuchaban, ayudó a encontrar niños perdidos, y protagonizó el famoso milagro del burro:

un hombre incrédulo puso a prueba su fe dejando a su burro varios días sin comer y luego lo colocó frente a heno y al Santísimo Sacramento; el animal, ignorando la comida, se arrodilló ante el Santísimo.

Devoción a San Antonio de Padua: Origen y significado

La devoción a San Antonio de Padua comenzó poco después de su muerte, en 1231.

Fue tan evidente su santidad, y tan numerosos los milagros que se le atribuyeron, que apenas un año después el Papa Gregorio IX lo canonizó, declarando oficialmente que ya estaba en los altares del cielo.

Desde entonces, la gente empezó a visitarlo en su tumba en Padua (Italia) y a pedirle favores, especialmente para encontrar lo que habían perdido, ya fuera algo material… o la fe.

Muchas imágenes lo muestran con el Niño Jesús en brazos, porque según la tradición, en una visión Jesús se le apareció en forma de niño para mostrarle su amor. Por eso, su devoción está marcada por la ternura y la confianza: verlo como alguien cercano, capaz de ayudarnos en lo pequeño y en lo grande.

El hecho de que se le rece para encontrar cosas perdidas proviene de una antigua historia:

un novicio se fue del convento llevándose un valioso libro que Antonio usaba para predicar. Antonio rezó para recuperarlo, y milagrosamente el joven regresó con el libro. Desde entonces, las personas comenzaron a encomendarle todo lo que necesitaban recuperar, no solo objetos, sino también la paz, la fe, la salud o incluso el amor.

San Antonio de Padua y su amor por los pobres

San Antonio no solo fue un gran predicador y un místico, sino también un incansable defensor de los pobres y los más débiles.

Durante su vida, no dudó en interceder ante los poderosos para defender a los humildes y repartir entre los necesitados lo que tenía. Su ejemplo sigue inspirando a muchos a ser generosos y a ayudar a quienes más lo necesitan.

Hoy en día, es costumbre que en su fiesta o durante los Trece martes, los devotos hagan una limosna o lleven alimentos para los pobres como gesto de gratitud y para seguir su ejemplo de caridad.

Cómo y cuándo rezar a San Antonio de Padua

No hay un momento específico para rezarle a San Antonio. Cualquier día es bueno para hablarle con cariño y confianza. Sin embargo, su fiesta se celebra el 13 de junio, y ese día en muchas iglesias se hace una bendición especial con su imagen o con panes en su honor.

Puedes dedicarle un momento en silencio, encenderle una vela blanca y decirle con tus propias palabras lo que necesitas. A él le gustan las oraciones sencillas, dichas desde el corazón.

Oraciones a San Antonio de Padua

A San Antonio le puedes rezar con la mano en el corazón, y él siempre responde con amor y ternura.

Aquí te compartimos tres oraciones para pedir su intercesión. Puedes elegir la que más resuene con tu corazón, o simplemente rezarlas ambas con fe y esperanza.

Oración antigua y auténtica a San Antonio de Padua para encontrar lo perdido ya sea material o espiritual

San Antonio, glorioso siervo de Dios,
célebre por tus milagros y por el consuelo de los necesitados,
ven en mi ayuda en esta aflicción y necesidad.
Con humildad y confianza te ruego que intercedas por mí
para que recupere aquello que he perdido,
y encuentre también la paz en mi corazón.
Amén.

Oración infalible a San Antonio de Padua

Oh bendito San Antonio,
el más gentil de todos los santos,
tu amor por Dios y tu caridad
por sus criaturas
te hicieron merecedor,
cuando estabas aquí en la tierra,
de poseer poderes milagrosos.
Los milagros esperaban tu palabra,
que tu estabas siempre dispuesto a hablar
por aquellos con problemas o ansiedades.
Animado por este pensamiento,
te imploro obtengas para mí… 

(menciona tu petición).

La respuesta a mi rezo puede que requiera un milagro,
pero aun así tú eres el santo de los milagros.

Oh gentil y querido santo, cuyo corazón siempre esta lleno de compasión humana, susurra mi petición a los oídos del dulce Niño Jesús, a quien le gustaba estar entre en tus brazos, y por siempre tendrás la gratitud de mi corazón.

Rezar tres padrenuestros, avemarías y glorias.

Oración alternativa a San Antonio de Padua

Glorioso San Antonio,

amigo fiel de Jesús y protector de los que te invocan,
tú que siempre ayudaste a quienes te pedían con fe,
ayúdame a encontrar aquello que he perdido.


Tú que eres consuelo en las penas y esperanza en las dificultades,
intercede por mí ante el Señor
para que recupere la paz y la confianza en su amor.

Amén.

Lo más importante no son las palabras exactas, sino la sinceridad con la que se dicen.

San Antonio siempre escucha a quienes lo invocan con fe y amor.

Después de rezar, confía en que él y el Señor están obrando a tu favor, incluso cuando la respuesta tarde en llegar.

Letanías a San Antonio

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.
San Antonio de Padua, ruega por nosotros.
San Antonio, gloria de la Orden seráfica, ruega por nosotros.
San Antonio, predicador insigne del Evangelio, ruega por nosotros.
San Antonio, martillo de los herejes, ruega por nosotros.
San Antonio, arca del testamento, ruega por nosotros.
San Antonio, amigo del Niño Jesús, ruega por nosotros.
San Antonio, tesoro de la divina caridad, ruega por nosotros.
San Antonio, espejo de humildad, ruega por nosotros.
San Antonio, ejemplo de obediencia, ruega por nosotros.
San Antonio, lírio de virginidad, ruega por nosotros.
San Antonio, consolador de los afligidos, ruega por nosotros.
San Antonio, buscador de las cosas perdidas, ruega por nosotros.
San Antonio, protector de los pobres, ruega por nosotros.
San Antonio, terror de los demonios, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V. Ruega por nosotros, bienaventurado San Antonio.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos:

Oh Dios, que te dignaste glorificar
a tu siervo San Antonio con innumerables milagros,
concédenos que por su intercesión consigamos
las gracias que te pedimos.
Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

Los frutos espirituales de la devoción a San Antonio

Quienes se acercan a San Antonio con sinceridad suelen descubrir en su vida frutos hermosos:

  • La paz interior, al saber que Dios nunca abandona.
  • El reencuentro con la fe, si se ha perdido.
  • La humildad y el deseo de ayudar a otros.
  • La alegría de experimentar que lo imposible para nosotros, es posible para Dios.

San Antonio no solo ayuda a encontrar llaves o documentos perdidos. También ayuda a quienes se sienten perdidos en su vida, en sus relaciones o en su fe. Por eso mucha gente también le pide que los ayude a encontrar un buen esposo o esposa, alguien con quien compartir la vida.

Preguntas Frecuentes (FAQ) sobre San Antonio de Padua

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