Peregrinos de la esperanza
año jubilar 2025
Serie semillas de esperanza
Semilla 13: Celebra la vida
Padre Reegan Soosai, CMF
Misionero Claretiano
Dios nos llama a celebrar la vida como un don sagrado, reconociendo tanto los momentos pequeños como los grandes con gratitud, esperanza y alegría.

¡Queridos peregrinos de Esperanza del año jubilar 2025!
Mis queridos Peregrinos de la Esperanza,
Como siempre, he sacado mi inspiración del Evangelio de este domingo, que habla del Padre misericordioso y sus dos hijos.
El Padre ama a ambos y se alegra enormemente cuando su hijo menor, que se había ido por un tiempo, regresa para reunirse nuevamente con la familia. El Padre entonces invita a todos a celebrar esta nueva vida, y anima a su hijo mayor a unirse a la celebración.
Sin embargo, el hijo mayor duda, sintiendo resentimiento, porque cree que no se le ha dado la misma oportunidad de celebrar su vida con sus amigos. Reflexionemos sobre esta semilla de celebrar la vida a través de la lente de la esperanza.
¿Celebras la vida?
¿Cuándo fue la última vez que celebraste los pequeños logros o lecciones que has aprendido en el camino?
Algunos quizás ya conozcan la antropología, que es el estudio de la humanidad, sus sociedades, culturas y su desarrollo a lo largo del tiempo. Esta disciplina explora tanto los aspectos biológicos como los sociales y culturales del ser humano.
Desde sus orígenes, la humanidad ha creado rituales para celebrar la vida. Según los antropólogos, los primeros seres humanos lo hacían principalmente de tres maneras: mediante la danza y la música, el juego y la oración.
¿Por qué celebramos la vida?
Celebrar la vida es importante porque nos ayuda a apreciar el momento presente, conectar con los demás y encontrar alegría en las pequeñas cosas.
Aquí hay algunas razones por las que celebrar la vida importa:
- Gratitud y apreciación:
Celebrar la vida nos recuerda agradecer por las cosas buenas que tenemos, incluso las pequeñas bendiciones. La Escritura nos dice:
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”
(1 Tesalonicenses 5:18).
Un corazón agradecido cambia nuestro enfoque de lo que nos falta a lo que tenemos, cultivando una mentalidad positiva. - Conexión:
Celebrar la vida a menudo implica compartir experiencias con otros. Ya sea pasar tiempo con seres queridos, celebrar hitos o simplemente disfrutar de la compañía de los demás, fortalece los lazos.
"Mejores son dos que uno… Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero."
Eclesiastés 4:9-10
Celebrar la vida juntos fomenta relaciones más profundas. - Resiliencia:
La vida puede ser desafiante, pero celebrarla fortalece nuestra resiliencia. Incluso en tiempos difíciles, reconocer la belleza y la alegría de la vida nos da esperanza.
“Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia, y la paciencia prueba, y la prueba esperanza.”
Romanos 5:3-4 - Atención plena:
Tomarse el tiempo para celebrar la vida nos ayuda a frenar y estar presentes.
“Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él.”
Salmo 118:24
Celebrar la vida nos permite saborear los momentos y apreciar el regalo de cada día. - Crecimiento y autodescubrimiento:
La vida es un viaje de transformación. Celebrar nuestro crecimiento nos ayuda a abrazar los cambios que surgen en el camino.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Filipenses 1:6 - Inspiración y positividad:
Celebrar la vida despierta creatividad y motivación.
“El gozo del Señor es nuestra fortaleza”
Nehemías 8:10.
Al enfocarnos en lo positivo de la vida, nos empoderamos para perseguir nuestros sueños, tomar riesgos y vivir con propósito.
En resumen, celebrar la vida honra tanto los grandes como los pequeños momentos. Nos conecta con los demás, fomenta la gratitud y promueve la resiliencia, la alegría y la esperanza. Profundiza el significado de nuestro viaje en esta tierra.
Celebrando la vida y la esperanza
El acto de celebrar la vida está estrechamente relacionado con la esperanza.
Al celebrar, fortalecemos nuestra esperanza, y a su vez, la esperanza alimenta una mayor apreciación por la vida. Aquí te explico cómo:
- La gratitud alimenta la esperanza:
Cuando celebramos la vida, nos enfocamos en lo positivo, cultivando la gratitud. Al hacer esto, nos damos cuenta de que incluso en medio de desafíos, siempre hay algo bueno por lo que dar gracias.
“Estad siempre gozosos, orad sin cesar, dad gracias en todo.”
1 Tesalonicenses 5:16-18
Celebrar la vida nos ayuda a mantener la esperanza de que las cosas pueden mejorar, sin importar las pruebas que enfrentemos. - Celebrar los logros refuerza la confianza en el futuro:
Cuando celebramos logros, incluso los pequeños, reforzamos la creencia de que el progreso es posible. Cada celebración, por pequeña que sea, nos recuerda que el crecimiento está ocurriendo.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz y no de mal, para daros un futuro y una esperanza”
Jeremías 29:11
Celebrar estos logros fortalece la esperanza en lo que está por venir. - Creando significado a través de la celebración:
Celebrar la vida nos ayuda a encontrar sentido tanto en los momentos de alegría como en los dolorosos. Este proceso de darle significado a nuestras experiencias fortalece nuestra esperanza, porque cuando vemos propósito en nuestros momentos, nos sentimos más en control y empoderados.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Romanos 8:28
Esta comprensión fortalece nuestra esperanza, incluso en tiempos difíciles. - La celebración refuerza la esperanza en las comunidades:
Las celebraciones reúnen a las personas, creando alegría colectiva y apoyo mutuo.
“Considerarnos unos a otros para estimulamos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre.”
Hebreos 10:24-25
Cuando celebramos la vida en comunidad, la esperanza se convierte en una experiencia compartida que refuerza nuestra resiliencia. - La esperanza nos ayuda a superar las adversidades:
Por otro lado, la esperanza hace más fácil celebrar la vida, especialmente en tiempos difíciles.
“Porque tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria que en nosotros ha de ser revelada.”
Romanos 8:18
Cuando sostenemos la esperanza, incluso en tiempos difíciles, buscamos momentos para celebrar, sabiendo que Dios está con nosotros en todo momento.
Reflexiones finales
En el Evangelio de hoy, el Padre celebra el regreso de su hijo, simbolizando la alegría de la reconciliación y la nueva vida. Esta celebración refleja el sacramento de la reconciliación, un momento de restauración y renovación.
Al igual que celebramos los sacramentos, debemos vivir cada uno de ellos con alegría, gratitud, conexión y esperanza. Cada sacramento es una celebración de vida de diferentes etapas.
Celebremos tanto nuestros pequeños como grandes logros, sabiendo que solo tenemos una vida para vivir en la tierra.
"Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo." Salmo 16:11
¡En verdad, la celebración de la vida es una semilla de esperanza! Pues porque esperar, pues, ¡¡¡ve y celebra la vida!!!
¡Somos peregrinos de la esperanza!
¡Que viva la esperanza!