Peregrinos de la esperanza
año jubilar 2025
Serie semillas de esperanza
Semilla 33: El misterio de la enfermedad
Padre Reegan Soosai, CMF
Misionero Claretiano
La enfermedad revela nuestra fragilidad humana y nos invita a mirar la Cruz como fuente de consuelo.

Queridos peregrinos de Esperanza del año jubilar 2025!
Esta semana, reflexionemos sobre el misterio de la enfermedad.
¿Qué significa la enfermedad?
La enfermedad puede entenderse de varias formas, según el contexto:
Definición general:
La enfermedad es un estado de mala salud o dolencia en el que el cuerpo o la mente de una persona no funcionan normalmente.
Definición médica:
En medicina, la enfermedad se refiere a una condición en la que las funciones normales del cuerpo se ven interrumpidas por infecciones, trastornos, lesiones u otros problemas de salud, generando síntomas como dolor, debilidad o malestar.
Sentido más amplio:
La enfermedad también puede describir la sensación subjetiva de malestar, incluso cuando no se diagnostica ninguna enfermedad médica, por ejemplo, sentirse mal debido al cansancio, al estrés o a las náuseas.
En resumen:
La enfermedad es el estado de sentirse mal, física o mentalmente, debido a una dolencia, trastorno u otras causas.
Conocemos personas que están enfermas por períodos cortos y otras que enfrentan enfermedades de larga duración. Algunas requieren cuidado constante de otros.
Cuidar a alguien durante un tiempo prolongado puede ser agotador y abrumador. Al mismo tiempo, la persona enferma puede experimentar culpa, vergüenza y soledad, e incluso desear que su sufrimiento termine. No solo la persona enferma sufre; quienes la aman y cuidan también comparten ese sufrimiento.
¿Qué es la salud?
La salud es más que la ausencia de enfermedad. Es un estado de bienestar físico, mental, social y espiritual.
¿Nos consideramos saludables?
De una u otra manera, todos experimentamos sufrimiento.
He tratado este tema en mis reflexiones sobre la compasión y el sufrimiento. El sufrimiento y la enfermedad forman parte de nuestra humanidad compartida; nos muestran nuestra vulnerabilidad básica.
Esto no indica pérdida, sino que nos recuerda lo que significa ser humanos.
¿Cuál es el antídoto contra la enfermedad?
Creo que el antídoto se encuentra en el misterio de la Cruz.
La historia de la serpiente de bronce en Números 21:4–9 nos ofrece una forma de comprender nuestra enfermedad y sufrimiento.
- Los israelitas, durante su viaje por el desierto, se quejaron contra Dios y Moisés.
- Dios envió serpientes ardientes entre el pueblo, y muchos fueron mordidos y murieron.
- El pueblo se arrepintió y pidió a Moisés que orara por ellos.
- Dios instruyó a Moisés a hacer una serpiente de bronce y levantarla sobre un asta.
- Quien mirara a la serpiente de bronce viviría, aunque hubiera sido mordido.
(Números 21:4–9)
Interpretación espiritual y cristiana
Prefiguración de la Cruz:
- Así como mirar la serpiente de bronce levantada traía sanación y salvación de la muerte física, mirar a Jesús levantado en la Cruz trae sanación espiritual y vida eterna.
- Jesús mismo lo menciona en Juan 3:14–15:
"Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree tenga vida eterna en él."
Fe y obediencia:
- La salvación no vino por poder humano, sino por confiar en la instrucción de Dios—mirando la serpiente.
- De manera similar, la salvación a través de Jesús requiere fe y confianza en Él.
Simbología:
- La serpiente, símbolo del pecado y la muerte, se convierte en un medio de vida al ser levantada.
- Esto indica cómo Jesús, aunque sin pecado, asumió el peso del pecado en la Cruz para dar vida a la humanidad.
Como cristianos, debemos preguntarnos:
“¿Cuál es el sentido de esta enfermedad?”
Algunos aspectos de la enfermedad están bajo nuestro control, a través de la medicina, el cuidado y hábitos saludables. Otros van más allá de nuestra comprensión. Estamos llamados a enfocarnos en lo que podemos influir, mientras confiamos a Dios lo que no podemos cambiar.
Tres lecciones que una persona enferma puede aprender
Mirar la Cruz de Jesús puede ser una fuente profunda de consuelo y guía para quienes están enfermos. Estas son las lecciones
1. La lección de la aceptación y la confianza
- La Cruz nos recuerda que el sufrimiento no es inútil.
- Así como Jesús aceptó su sufrimiento por amor y obediencia a Dios, una persona enferma puede aprender a aceptar su condición confiando en el plan de Dios.
- Enseña paciencia, entrega y dependencia de Dios, incluso en el dolor o la incertidumbre.
2. La lección del amor y la compasión
- Jesús sufrió en la Cruz por amor a la humanidad.
- Una persona enferma puede ver su sufrimiento como una oportunidad de crecer en amor, tanto recibiéndolo como dándolo mediante la oración, la humildad y la paciencia con los demás.
- Incluso en la debilidad, la vida de uno puede ser testimonio de fe, esperanza y amor.
3. La lección de la esperanza y la vida eterna
- La Cruz no solo trata del sufrimiento: apunta a la resurrección y la victoria sobre la muerte.
- Una persona enferma puede encontrar esperanza sabiendo que su sufrimiento es temporal, y que Dios promete sanación, consuelo y vida eterna.
- Mirar la Cruz transforma el miedo y la desesperación en esperanza y valentía.
Al celebrar la Fiesta de la Santa Cruz, recordemos que Jesús convirtió su sufrimiento en signo de nueva vida para la humanidad.
De la misma manera, nuestra enfermedad puede adquirir un sentido, ayudándonos a vivir cada día como peregrinos de la esperanza, incluso en el sufrimiento.
Que Dios consuele a todos los enfermos y a quienes cuidan de ellos en sus familias, comunidades y hospitales.
De hecho, si comprendemos la enfermedad correctamente, se convierte en una semilla de esperanza eterna.
¡Somos peregrinos de la esperanza!
¡Que viva la esperanza!